miércoles, 27 de agosto de 2008

Confio en la marginalidad desde que conocí la ciudad de juguete


La normalidad social es solo una aburrida línea recta dentro de todo el abanico de posibilidades que supone la humanidad,

Todo lo que hace el ser humano, es humano!, aunque vaya en contra de mis principios e ideas políticas

Cuando llegué a Valparaíso, me enamoré de la marginalidad, me involucré con ella y como nunca antes me sentí parte de algo, de la imaginación, de la fecundidad, de todos esos seres abyectos e inmorales que traspasaban los límites enriqueciéndolo todo, con la viveza mutante, con el dinamismo de lo que es propio de la vida, porque la marginalidad, la periferia, es lo que me daba sabor en ese momento, y lo sigue haciendo...

Seres NO conformistas ke no piden nada, lo toman todo...

Todo el arte, el cine, los escritos, tienen relación con aquello, que fome es escribir acerca de vidas burguesas y católicas ( a menos ke sean unos viciosillos/as) , pero que entretenido es compartir con putas, enanos, travestis, jonkis, pansexuales, locxs, queers, punxs, skins, vagabundos, deformes, etc, y me siento cada una y parte de ellos, ... , la gente normal no me interesa.

los colores de la vida, son los colores de la marginalidad y solo con ello se puede soportar el gris del pavimento, con su dulzura o amargura, pero sabor al fin, jamás algo insulzo.

1 comentario:

Monelle dijo...

Esos seres saben lecciones que los llamados normales desconcen
Me ha encantado. Me gusta tu blog, es sincero. ¡Arriba el sexo! Besos