domingo, 22 de febrero de 2009

Marcando territorio

Después del habitual ron callejero en los innumerables miradores preciosos del gran valparaíso,
caía la noche,
y con ello venía el jugo, el juego, la distorsión, el sexo, el quilombo,

mi dormitorio era muy muy grande,
tanto ke daba para hacer fiestas dentro,

nuestras fiestas eran bizarras y privadas,

se nos ocurrió mear en un gran balde ke tenía, para no tener ke salir de la pieza ya ke andabamos desnudos todo el tiempo,
al poco rato ke ya estaba lleno,
me preguntaste si kería ke me lo echaras encima,
yo dije ke si de inmediato, siempre accediendo a lo novedoso (sobretodo si es "transgresor")
entonces me acosté desnuda en el piso de madera de nuestra casa en valpo,
en un segundo piso,
y me regaste entera,
no kedó ninguna parte de mi ke tuviera envidia de las otras, todo mi pekeño cuerpo mojado por nuestros meados,
fue BAKÁN!!!,
la tibieza y lo guarro de la situación,

El líquido se filtró al piso inferior
creo ke dada a la cocina,

seguimos llenando el balde con nuestra vegija infinita,
y ya casi ke ni lo podiamos subir de lo pesado ke estaba,
decidimos esta vez arrojarlo por la ventana,
JA JA JA JA
no alcanzamos a percatarnos ke justamente iban pasando unos transeúntes,
kienes al ver caer el balde con pichí exclamaron con la máxima inocencia
"tiraron agua!" JA JA JA JA, pobres incautos...

Otras veces, en tu sagrado dormitorio te pregunté si podía mear en el piso,
me dijiste ke bueno, de puro caliente,
(ke después te hayas arrepentido es otra cosa)

Las veces menos guarras, en la ducha, te mee, me measte, con tu tibieza, de sorpresa sin preguntar sikiera, y a mi me gusta ke sea así, con esa cara de niño travieso, o de viejo guarro con alma de niño sin prejuicios mejor,

lo mejor fue cuando me lo tiraste a la cara y a la boca, pensando ke me iba a amilanar,
pero no, si me lo tragué entero,
no sabe nada mal,
y el morbo de la situación hace ke todo parezca dulce

Nos pasabamos marcando territorio....

2 comentarios:

Anónimo dijo...

uufff perversilla te imagino agachada y yo de pie meandote la espalda

Anónimo dijo...

Me fascinó la forma perversa en la que lo describiste. Y el último parrafo es la gloria pura! Practicamente puedo sentir el olor de una perra meada al leer el texto.

La próxima que encuentre a una chica dulce y con cara de inocente, y la convierta en mi puta sucia en el piso frío del baño de algún hotel, me acordaré de tu poema.

Gracias, y saludos desde Buenos Aires.


\m/

-- Johnny