Esa sensación de atragantarse con un pedazo de carne viva,
suave y turgente,
abre mis sentidos y relaja mis esfínteres.
Humedece mis más íntimos conductos y no lo haría si no fuera un placer exquisito para mi,
ya desde niña me gustaba chupar mamadera hasta muy grandecita, chuparme los dedos, chupar la parte de atrás del lapiz bic, y luego naturalmente todo derivó en chupar el dedo sin uña.
Es muy excitante obstruir la garganta, y sentir por un minuto una sensación de muerte y a la vez de poder.
Sobretodo es mucho más rico cuando el pene crece en la boca,
me lo trago chiquitito y crece hasta que lo invade todo,
entonces parece algo muy vivo y dinámico.
Cuando todo lo invade todo se humedece
y la saliva se torna espesa
y lubrica cualquier acto posterior.
No se necesita vaselina ni ningún lubricante artificial si se hace una mamada decente.
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